Un muchacho tocó a la puerta de la casa de su novia.   
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 Abrió el padre de la chica y preguntó: 
-     ¿Qué desea joven?  
-     Verá señor...vengo a hablar con usted de su hija Marta....
  
-     Pase....Vayamos adentro y ahí me cuenta. 
Se sientan uno frente a otro en el salón y el padre dice:. 
-   Bien, adelante... 
El joven, muy decidido respondió: 
  
 - Quiero  comunicarle  que  a   su  hija  y a mí nos gustaría compartir nuestras vidas...Nos queremos casar 
 
El padre sonrió y dijo: 
-  Está  muy  bien  eso de casarse....pero cuénteme muchacho ¿cuenta con un ingreso digno como  para mantener el nivel de vida al que mi hija está acostumbrada? ¿y el de los niños que puedan venir en ese matrimonio? 
El muchacho, con todo el aplomo del mundo contestó:
 
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-  Aunque  soy  Ingeniero  recibido, actualmente  no  gano  mucho. Sin embargo su hija me comentó  lo  que ganan su esposa y usted, por lo cual confío en tener una pequeña ayuda de parte de ustedes para  pagar  los  gastos  menores...teléfono,  gas,  luz  y supermercado. ..
 
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Un poco sorprendido por la respuesta el padre siguió indagando: 
- ¿Piensan   comprar  un  apartamento  o  una  casa?....¿o  prefieren alquilar?... 
 
 El joven, con mirada inocente contestó:
 
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- Así  como  antes  le  pedí una pequeña ayuda para poder ir viviendo,hemos pensado que como su  casa  es muy grande y pueden vivir en ella varias personas, no es necesario  que compremos  o alquilemos.. .Queremos vivir en esta casa con ustedes.
  
El padre, ya totalmente desconcertado, preguntó: 
 -    Y dígame...¿Tiene auto?...
  
El joven sonrió y dijo:
 
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-  No.  Pero  hemos  pensado  que  como  ustedes  tienen  dos  autos  y una camioneta, para qué vamos a comprar...Usted nos deja uno de sus autos y así no necesitamos gastar en otro.
 
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En  ese  momento, entró al salón la madre de la chica y mirando primero al joven y después a su esposo, preguntó cordialmente:
 
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 -    ¿Se puede saber de qué están hablando?
 
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Su esposo respondió:
- Hola  querida, qué bueno que llegaste. Te presento al señor árbitro, que pretende ser el futuro marido de Martita.
El joven, desconcertado y un poco molesto, preguntó:
- Oiga....¿Por qué me llama "señor árbitro"?
A lo que el padre contestó con mucha calma:?
 - Bueno,  grandísimo  hijo de puta... ¿cómo mierda querés que te llame si hasta ahora lo único que vas a poner es el pito?
 
 
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